Yo cuando deje de existir, quiero anclarme en aquello que me hizo sentir viva.

martes, 25 de septiembre de 2012

Hasta el año que viene, si el mundo desea seguir, querido Verano.


Y empieza la lluvia, las frías gotas del invierno que se adelantan a pleno otoño. Una brisa no muy gélida se adentra en la piel obligándote a llevar más de una capa en el cuerpo. La mayoría de los amores de verano, exceptuando, serán eso, nada más que amores de verano. Llega septiembre, octubre...y por fin noviembre uno de mis meses favoritos. El único que me hace escuchar y repetir “November rain” y recordar, sobre todo recordar. La frase de “Parece que va a llover” se vuelve en un completo diluvio universal, servirá. La manta, la buena manta de abuela hará la bienvenida a nuestras camas, a los sofás; mientras una buena peli más comida y bebida, es el plan perfecto. Las estrellas, las importantes en cada noche de verano, se esconderán la mayoría de los días, y las nubes…las nubes ya no serán nubes en las que tengamos que imaginarnos figuras de cualquier tipo.
Llega las estaciones, en las que recordar, será el mayor dominante en la memoria. Yo antes solía estar preparada para todo. Este año, la moral será más quebrantada a medida que el frío me obligue a pensar en todas las cosas que estes meses me dieron de felicidad. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Everytime we touch.


Querido conocido:
Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte. Aunque sea tarde… De escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar, que no vas a recibir nunca. Que como tú me enseñaste; en cuanto acabe de escribir la quemaré y mis sentimientos se pondrán a arder, y así el dolor… ¿Cómo era? Ahh, ya. Así el dolor no se te queda tan dentro. Esta vez solo quiero ser clara. Sería una imbécil si no gritara lo que echo de menos, contigo. Agarro el pasado, mirando para atrás. Queriendo olvidar pero sin parar de recordar…Empeñada en quedarme ahí. En medio de un lado y otro. Sin avanzar. ¿Dónde está el secreto del fututo? Puede que esté en fijarse bien, y en avanzar. Mirar más cerca, más, tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro. ¡Claro! Como tú no lo hiciste antes. No quiero esperar milagros. Solo que las cosas pasen. Sí, no. Sí, no, sí no. Y en realidad no dependía todo de mí, sino de ti.
Te quiero.